domingo, 17 de mayo de 2009

No todo lo sabes cuando cumples 32

Esta entrada la escribo, en parte, porque se lo prometí a Caro y a Natalia.

El viernes era mi cumpleaños número 32. Empezó el día de una manera inspiradora. Y pasó el día de manera inspiradora, yo pensando en lo rico que se sentía tener 32 porque ya sabía todo lo que una chica necesita saber a los 32. Me sentía muy sabia. Una sobreviviente de la vida y, sobre todo, una sobreviviente del amor (caro, te dedico esta frase que, si estás de acuerdo, puede ser anotada como la frase del día).

Por la noche me fui a tomar tragos con mis amigas, y con mi hermana. Mi amiga cata armó la cosa y me animó, entonces me puse elegante y perfumada. Con un esqueleto negro y un brassier strapless (ya verán la importancia del detalle). Apenas llegué al sitio sentí que el brassier se me iba resbalando por la espalda y tenía que estar halándolo para arriba, y cada vez que me paraba de la silla a saludar el brassier volvía y se escurría.

Caro y Natalia llegaron cuando yo ya me había echado suficientes whiskies para confesarles que estaba desesperada con mi brassier escurridizo, y les dije que lo mejor iba a ser quitármelo. Entonces caro preguntó preocupada porqué el brassier se me escurría de esa forma; consideramos que me quedara grande porque he dejado de comer ultimamente, pero nunca hubiera adelgazado tanto en tres semanas...

Entonces caro me pregunta: ¿estás segura que es strapless? y yo le dije: claro caro, porque se le pueden quitar las tirantas... Y me lo quito entonces con disimulo para analizar la anatomía de la prenda. Y la conclusión es que no todos los brassieres, así se les puedan quitar las tirantas, son strapless...Deben tener también un pegantico para que no se resbalen. Caro me lo mostró en el brassier que ella llevaba esa noche, y que sí se podía convertir en strapless (caro, perdóname por hablar de tu ropa interior en mi blog). La conclusión es que yo llevaba 32 años en una gigante equivocación.

Caro y Natalia se murieron de la risa y yo me tuve qe quedar el resto de la noche sin brassier. Se siente raro pero sí es verdad que uno se siente como más libre, puede incluso ser más cómodo. Xime, mi amiga psiquiatra, me argumentaba que la mejor forma de arrancar los 32 era con 10 whiskies encima y un esqueleto escotado y sin brassier. Yo estuve de acuerdo pero al mismo tiempo sentí un poquito de decepeción: tuve que reconocer que a los 32 todavía hay detalles de la vida, incluso de la vida de chicas en la que pensé que era experta, que no conozco y que tendré que aprender...

2 comentarios:

CarolinaVK dijo...

Pues sí, esa frase está anotada como la frase del día.

Y siempre es bueno saber que hay más cosas que aprender y que, de vez en cuando, alguien menciona la ropa interior de uno en Internet.

Feliz cumple por decimoquinta vez.

natalia dijo...

Me da mucha risa acordarme del momento y creo que esta entrada de tu blog le hace justicia a todo lo que nos divertimos con el episodio. Otra vez, ¡felices 32!